Junto a Pedro Obligado, Evaristo Carriego, Arturo Capdevilla, Ricardo Güiraldes y Oliverio Girondo, Alfonsina Storni representa al modernismo en Argentina, continuador de Rubén Darío y Lepoldo Lugones. Su poesía es feminista, erótica para luego convertirse en reflexiva y temerosa ante la proximidad de la muerte.
Si bien los padres de Alfonsina, Alfonso Storni y Paulina Martignoni, residían en San Juan (Argentina) ella nace durante la estancia de sus padres en Suiza el 22 de mayo de 1892, en Capriasca, donde aprende a hablar italiano, idioma del lugar, teniendo dos hermanos mayores, María y Romero.
En 1896 la familia retorna a San Juan (Argentina) donde nace, en el año 1900 Hildo Alberto, su último hermano. En 1901se trasladaron para afincarse en Rosario, provincia de Santa Fe. Siendo aún una niña trabaja como mesera del café de su padre, un hombre taciturno, melancólico y bebedor.
Sus primeros poemas los comienza a escribir a los 12 años, pero por su temática angustiosa y fatalista son reprobados por su madre, y a partir de entonces permanecen en secreto.
Se convierte en actriz de una compañía teatral en 1907, bajo la dirección de Manuel Cordero, y luego integra la compañía de José Tallavi, realizando una gira por diversas provincias.
Su madre contrajo nuevo matrimonio y vive con ella, hasta que en 1909 se va hacia Coronda, donde se recibe de maestra.
Arriba a Buenos Aires en 1911 donde se convierte en madre soltera de Alejandro, el 21 de abril de ese año.
Trabaja en 1913 como cajera de farmacia y de tienda, e inicia su actividad de periodista en la revista “Caras y Caretas”, donde conoce y entabla una entrañable amistad con Manuel Ugarte y José Ingenieros. Gana un cargo de corresponsal psicológico, ante una centena de hombres, en una empresa dedicada a la importación de aceites.
En 1916 logra publicar “La inquietud del rosal” que no tiene buena crítica pues en esa época por su tono feminista y describiendo su situación de madre soltera es tildada de inmoral, abandonando su trabajo en la empresa de vinos tal vez por esa causa.
Para subsistir consigue trabajo como directora de escuela. En 1918 publica “El dulce daño” año en que fue galardonada por el Comité Argentino Pro Hogar de los Huérfanos Belgas, por su defensa de Bélgica frente a la ocupación por parte de Alemania.
En 1920 escribe “Languidez” que es merecedor del Primer Premio Municipal de Poesía y del Segundo Premio Nacional de Literatura. Viaja a Montevideo, entablando amistad con los escritores Juana de Ibarbourou y Horacio Quiroga. A éste último, años más tarde, le dedica un poema entendiendo y hasta alabando su actitud suicida.
En 1923 se desempeña en la Escuela Normal de Lenguas Vivas, como profesora de lectura y declamación.
“Ocre” es publicado en 1925, año en que conoce a la poetisa chilena, Gabriela Mistral. En 1926 surge en prosa “poemas de amor”.
Su obra teatral “El amo del mundo” donde expone el drama y los prejuicios que enfrenta una madre soltera, estrenada en 1927 no conforma a la crítica.
Los viajes a Europa que realiza en 1930 y 1934 tiñen de mayor libertad y desenfado a su obra.
En 1932, publica“ Dos farsas pirotécnicas”. También colabora en los diarios “Crítica”, “La Nación” y en la revista “Nosotros” apareciendo sus textos bajo el seudónimo Tao-Lao.
En 1934 se conoce una poesía en prosa “Mundo de siete pozos” y en 1937 “Mascarilla y Trébol” su última creación literaria.
Afectada de un cáncer de mama, se somete a intervención quirúrgica en 1935, pero luego renuncia a los tratamientos. El miedo al dolor y la desesperación ante lo inexorable, unido a las crisis nerviosas que hacía un tiempo la doblegan, son seguramente los motivos que determinan su decisión de suicidarse en Mar del Plata, el 25 de octubre de 1938. Su poema enviado al diario “La Nación” como despedida, titulado “Voy a dormir” siembra la duda sobre quien es ese él, a quien no había que decirle adonde iba.