Aurelio Arturo

El poeta colombiano Aurelio Arturo Martínez, nació el 22 de febrero de 1906, en el cálido y cordillerano municipio de La Unión, en el norte del departamento de Nariño y al sur del país.

Fueron sus padres, Raquel Martínez Caycedo y Heriberto Arturo Belalcázar. En la capital del departamento de Nariño, San Juan de Pasto, de donde era oriundo su padre, cursó sus estudios secundarios, en el Colegio San Francisco Javier

Se recibió de abogado, en el Externado de Colombia, y ocupó cargos como funcionario público y embajador. Fue adjunto cultural de la embajada colombiana en Estados Unidos. Fue traductor en Estados Unidos y Jefe de la Sección de Traducciones de la Embajada de Estados Unidos en la capital colombiana.

Como periodista, se destacó fundando y dirigiendo una radio revista literaria llamadas “Voces del Mundo”. Publicó sus producciones en el diario “El Tiempo” y en la Revista de la Universidad Nacional de Colombia, desde sus épocas de estudiante de Derecho, y donde apareció en 1945, “Morada al Sur”.

En 1941 contrajo enlace con María Esther Lucio, de cuya unión nacieron cinco hijos.

En 1963, publicó con el nombre también de “Morada al sur” una colección de poesías, por las que fue galardonado con el premio “Guillermo Valencia, de la Academia Colombiana de la Lengua.

La Universidad de Nariño, donde ejerció la docencia, lo condecoró con el doctorado Honoris Causa en Filosofía y Letras. Falleció meses después, en la capital colombiana, el 24 de noviembre de 1974. El premio fue recibido en su nombre post mortem.

Juan Gustavo Cobo Borda

El multifacético poeta Juan Gustavo Cobo Borda perteneciente a la Generación sin nombre”, llamada así por el poeta Álvaro Burgos Palacios, o “Del desencanto” o “dadaísmo,” nació en Bogotá (Colombia) en el año 1948, siendo su padre el prestigioso jurista español Juan Fernando Cobo.

En 1974 su primer libro de poemas “Consejos para sobrevivir” apareció publicado en Bogotá, y resultó seleccionado como ganador del concurso de poesía Quimantú, que organizara la embajada de Chile. En 1979 se publicó otro libro de poemas bajo el título “Salón de té”. Le siguieron como obras poéticas, “Ofrenda en el altar del bolero” (1981), “Todos los poetas son santos e irán al cielo” (1983), “Almanaque de versos” (1988), “Poemas orientales y bogotanos” (1992), “la musa inclemente” (2002), y dos antologías “Lengua erótica” (2004) y “Cuerpo erótico” (2005).

Escribió también ensayos: “La tradición de la pobreza” (1980), “Casa de citas” (1981), “Historia portátil de la poesía colombiana” (1984), “Para llegar a García Márquez” (1997) y “Borges enamorado” (1999); y obras de crítica literaria: “El olvidado arte de leer” (2008).

También fue periodista desempeñándose como redactor de las revistas ECO, que dirigió entre 1973 y 1984, y Gaceta. Integró el Instituto Colombiano de Cultura dirigiendo sus publicaciones, y se desempeñó en la Biblioteca Nacional de Colombia como Subdirector.

En su faceta política, integró las embajadas colombianas en Argentina y España, como Secretario Cultural de la Presidencia. Fue también embajador en Grecia.

Culturalmente, es en la actualidad y desde 1993, parte de la Academia Colombiana de la Lengua, como miembro de número, siendo correspondiente de la Academia Española y participando en la nueva edición del Diccionario de la Lengua Española.

En Diciembre de 2008 fue homenajeado por la Biblioteca Nacional de Colombia. Fue jurado de varios concursos y recibió muchas distinciones.

Piedad Bonnett

La profesora, poeta, novelista y dramaturga Piedad Bonnett, nació en el municipio colombiano de Amalfi, situado al nordeste del departamento de Antioquia, en el año 1951. A los ocho años se mudó a Bogotá, donde convivió con sus abuelos. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de los Andes, donde obtuvo la licenciatura, y se desempeña como docente desde 1981, en la Facultad de Artes y Humanidades.

Su vocación por plasmar en palabras escritas sus experiencias y visiones de la vida y la sociedad de su época vistas desde la mirada profunda y sensible de una mujer de clase media la llevaron a legarnos entre otras, las siguientes obras:

Publicó su primer libro de poesía en 1989, bajo el título “De Círculo y Ceniza” por el cual recibió mención de honor en el Concurso Hispanoamericano de Poesía Octavio Paz. Dos años más tarde se estrenó una obra teatral de su autoría llamada “Gato por liebre”.

Su segundo libro de poesía “Nadie en casa” se publicó en el año 1994, y en 1995 el tercero, titulado “El hilo de los días” que fue galardonado con el Primer Premio Nacional de Poesía Instituto Colombiano de Cultura. En 1996 se conoció otra obra poética: “Ese animal triste”.

La puesta en escena de su segunda obra teatral, “Que muerde el aire afuera” ocurrió en 1997.

En 1998 en el género poesía publicó la Antología “No es más que la vida” y “Todos los amantes son guerreros”.

En el 2003 producto de su labor como crítica literaria, publicó “Imaginación y oficio” con entrevistas a poetas y examen crítico de las mismas.

En los años 2004 y 2007 surgieron las novelas “Para otros es el cielo” y “Siempre fue invierno”, respectivamente.

Fueron publicadas en 2008 “Los privilegios del olvido”, “Las herencias”, “Las tretas del débil”, y en 2010 “El prestigio de la belleza”.

Porfirio Barba Jacob

El verdadero nombre de este nostálgico, errante y controvertido poeta colombiano, nacido el 29 de julio de 1883, en la ciudad de Santa Rosa de Osos, ubicada en la región norte del Departamento de Antioquia, fue Miguel Ángel Osorio. Porfirio Barba Jacob fue el último seudónimo de los varios que utilizó para firmar sus obras, adoptado partir de 1922 mientras residía en Guatemala.

Fueron sus padres, Antonio María Osorio y Pastora Benítez. Viajó por su país desde los 12 años, fundando en 1902, en Bogotá “El cancionero antioqueño”, un periódico literario, donde fue conocido con el seudónimo de Marín Jiménez. De esta época de juventud data su novela “Virginia” que fue tachada de inmoral y confiscada por la Alcaldía. En 1927 publicó un libro de poemas llamado “Campiña Florida” durante su estancia en Barranquilla, donde firmó esta vez como Ricardo Arenales, nombre que a causa de la existencia de un homónimo le ocasionó problemas judiciales.

Sus pasos lo llevaron a partir de los 24 años por Guatemala, donde pasó a llamarse Porfirio Barba Jacob, para luego radicarse temporalmente en otros países centroamericanos, siendo perseguido y echado por cuestiones políticas (por ejemplo fue encarcelado en México por atacar el régimen de Porfirio Díaz, y luego fue expulsado de es e país por los revolucionarios triunfantes a quienes se opuso) mientras siguió desarrollando su labor literaria y periodística. En 1933 publicó en México “Canciones y elegías” y en Guatemala “Rosas negras”. También residió en Nueva York, Estados Unidos, donde escribió en periódicos de habla hispana.

Falleció el 14 de enero de 1942, víctima de tuberculosis y sumido en la miseria, en Ciudad de México. En 1946 el gobierno de Colombia repatrió sus restos.

Carlos Castro Saavedra

El periodista y escritor Carlos Benjamín Castro Saavedra, nació el 10 de agosto de 1924 en la ciudad colombiana de Medellín, capital del departamento de Antioquia, legándonos una gran obra literaria reflejada en sus treinta y siete libros de géneros varios, en los cuales podemos leer y disfrutar de poesías como “Elegía”, “Guerra, “Convocatoria” u “Oda a Colombia”. Entre sus prosas podemos citar: “Caminos y montañas”, o “Elogio de los oficios”. En cuanto a novelas escribió solo una: “Adán ceniza”. Como obras de teatro cabe nombrar a modo de ejemplos, “La Historia de un jaulero” o “El trapecista vestido de rojo”. También escribió cuentos infantiles, como “Los zapatos del diablo” o “La niña de trenzas verdes”. En su producción literaria se eligen como temas, el amor, la familia, la patria, los próceres, los desposeídos y la guerra.

Inició su escolarización en el colegio San Ignacio de Loyola en su ciudad natal, para proseguir sus estudios en el liceo de la Universidad de Antioquia, despertándose en su juventud la pasión por la poesía, cuya producción fue publicada en diarios y revistas locales. En 1946 publicó “Fusiles y luceros”, siendo designado ese año Secretario de la Alcaldía en Medellín.

En 1947 contrajo enlace con Inés Agudelo Restrepo, que fue la madre de sus seis hijos.

De 1947 data “Mi llanto y Manolete” y de 1949, “33 poemas”. En 1948 fue co fundador de la Casa de la Cultura en Medellín. En 1953 sufrió el exilio político, dirigiéndose por seis meses a Chile. En 1954 se conoció “Selección poética”, en 1962 “Obra Selecta”, y en 1974 “Poemas escogidos”. En 1969 fue designado Secretario de Salud, Educación y Bienestar Social de su ciudad natal.

Escribió el poema “Mensaje de América” con que el que consiguió un premio en Berlín y luego el Germán Saldarriaga del Valle, en su país en 1986.

Creó el concurso “Jorge Zalamea”, de cuentos en 1985, el cual, cinco años después, luego de su muerte, fue designado con su nombre.

Falleció el 3 de abril de 1989, en Medellín. En su Antioquía natal lo recuerdan en su nombre entre otros, un colegio y una biblioteca.

Adela Zamudio

La melancólica y valiente poeta y novelista romántica, Juana Plácida Adela Rafaela Zamudio, nació el 11 de octubre de 1854 en la ciudad de Cochabamba, considerada capital de los templados valles bolivianos, y fue allí donde se despertó su vocación de lucha a través de sus escritos, en contra de las guerras y en defensa de los postergados derechos femeninos, y de las clases bajas, en una sociedad retrógrada y conservadora.

Recibió formación cristiana católica en la escuela de San Alberto hasta tercer grado, aunque como autodidacta enriqueció su cultura con una fecunda lectura, amando las letras, las cuales hizo suyas en poemas, novelas y obras teatrales, sintiendo además gran afición por la pintura.

En 1887, publicó su primera obra “Ensayos poéticos”. La “Soledad”, seudónimo con el que firmó sus primeros poemas, y otras obras, fue su inseparable compañía en el paso por este mundo que recién llegó a comprenderla, en los albores del nuevo siglo. “Nacer hombre” es un poema que revela sus sentimientos críticos hacia la mirada que se tenía sobre la posición de la mujer en la sociedad de entonces.

El fin de siglo permitió que asumiera el gobierno de Bolivia el Partido Liberal, que se inició con la presidencia de Juan Manuel Pando (1900-1904). En 1903 publicó el poema ¿Quo vadis? tomado partido por un vendedor de Biblias protestante, perseguido por el clero. Es en esta época cuando Adela pudo ejercer la docencia en la escuela de San Alberto, fundando también en su ciudad natal y ejerciendo como directora, la Escuela Fiscal de Señoritas, entre 1905 y 1920. Fundó dos escuelas en el año 1911, una de pintura para señoritas y otra para niños de los suburbios. En 1914 publicó en París, “Ráfagas”.

El presidente boliviano, Hernando Siles, el 28 de mayo de 1925 la coronó como gran poetisa de Bolivia y toda América.
Publicó en el año 1943 “Peregrinando”, “Cuentos breves” y “Novelas cortas”.

Al morir, el 2 de junio de 1928, solo abandonó “el terrenal ropaje” y tal como reza su epitafio, está simplemente “ausente pero no perdida”. El día de su nacimiento, 11 de octubre fue instituido en Bolivia como Día de la Mujer, por otra gran luchadora feminista Lidia Gueiler Tejada, que fue presidenta interina de Bolivia entre 1979 y 1980.

En el año 2009, su novela realista y epistolar “Íntimas”, publicada en 1913, resultó una de las quince novelas fundamentales de Bolivia, seleccionada por un equipo designado por el Ministerio de Cultura.

Antonio José de Sainz

El poeta Antonio José de Sainz, nació en Uyuni (Potosí) el 4 de abril de 1893, aunque su infancia y su juventud se vincularon fundamentalmente a la ciudad de Oruro. Su preparación pedagógica básica la realizó el colegio particular Reekie de Oruro en 1966. En el colegio San Calixto de La Paz, cursó los estudios secundarios. En la Universidad técnica de San Agustín, de nuevo en Oruro, estudió Derecho.

En La paz fundó con unos amigos una página periodística llamada “Luces del Alba” donde en forma reflexiva vertió en versos y prosas opiniones sobre temas políticos, religiosos y sociales, enrolado en la denominada generación del 25 de pensamiento nacional, patriótico y antiimperialista. En Oruro dirigió varios números de la revista crítica “Argos”, fundada en 1923. Sus poemas aparecieron publicados en “La Industria” y “La Mañana” revistas de Sucre en 1918 y en 1927 escribió en la página literaria “La Patria”.

En el año 1913 se publicó un libro de poemas “Ritmos de lucha” en Bélgica, que fue su segunda obra luego de “Cantos del sendero”. En Bélgica participó de muchas actividades culturales, y comenzó a sentir el reconocimiento de la crítica literaria. Regresó a Bolivia en 1914 con el estallido de la Primera Guerra Mundial, ejerciendo la docencia y desempeñando el cargo de Rector de la Universidad de San Agustín. Fue además Director del museo Tihuanacu. Fue premiado por sus obras pero no concurrió a recibir los galardones, en muestras de su sencillez.

Entre sus libros en verso pueden citarse “Camino sin retorno”, cuya publicación data de 1937 y que fue reconocido con el premio municipal; “Cantos de sendero”; “Solar de Indias”, “Ritmos de lucha”, “Grandes voces”, “Tiempo”, “Collar de ópalos”, y Horas dolientes”.

Como poemas, “La duda”, “Alma lírica” “Invocación” “Canción callejera” y “Calama”

En prosa destacamos “Sombras”, “Una conquista” “Desde mi ventana” y “La piedad del lobo”.

Falleció en Lima (Perú) el 17 de octubre de 1959. El 6 de febrero de 1960 un colegio recién fundado en Oruro lo perpetuó en su nombre.

Armando Chirveches

En el año 1881 nació en La Paz (Bolivia) el novelista Armando Chirveches, que plasmó en su obra, con influencia especialmente del novelista valenciano Vicente Blasco Ibáñez las costumbres de su país, sus controversias y luchas, sus vicios políticos, sus creencias e ideología, de modo realista y crítico. También fueron inspiradores de sus obras, Armando Palacio Valdés y José María de Pereda.

Si bien incursionó en la poesía con estilo modernista, publicando en 1901 “Lilí”, en 1904 “Noche estival”, en 1909 “Cantos de primavera” y tres años después “Añoranzas” su renombre lo adquirió con su prosa, destacándose sus novelas: “Celeste” de 1905, “La candidatura de Rojas” novela costumbrista de 1908, donde relata una historia de amor desarrollada en el enrarecido clima político de principios del siglo XX, “Casa solariega” novela social escrita en 1916, donde describió las luchas entre los liberales y los clérigos conservadores, “La Virgen del lago” de 1920, en la que incorporó algunas situaciones fantasiosas; publicando en 1926 “A la vera del mar” Y “Flor del trópico”.

Además de sus grandes dotes como escritor, cultivó otros géneros culturales y tuvo militancia política. Obtuvo el título de abogado, en la Universidad de San Francisco Xavier de Sucre. Perteneciente al partido político liberal desde 1908, viajó en misiones diplomáticas por América y Europa.

El 29 de octubre de 1926, con 45 años, preso de una angustiosa soledad, se suicidó en París, donde pasó varios años de su vida, al llegar al poder el partido republicano en su país en el año 1920, situación que lo condenó al exilio.

Benjamín Blanco

Benjamín Pío Blanco Unzueta nació en Cochabamba, ciudad ubicada en el centro de Bolivia en el año 1832, integrando una familia de gran raigambre en la región, siendo descendiente de militares y funcionarios de la antigua administración española en América, y de combatientes que formaron parte del ejército realista, en contra de los ideales independentistas.

Fue abogado. Escribió “Poesías” en 1890. Fue Correspondiente de la Real Academia Española en 1892. Cancelario (Rector) de la Universidad de de San Simón en 1896. Colaboró en diarios y revistas, destacándose por su obra poética, de temática festiva, religiosa y patriótica; sobre todo por la letra del Himno a Cochabamba, que en realidad se trató de la Canción Patriótica a la Guardia Nacional, compuesta en 1903, cando se desempeñaba como presidente del Consejo Municipal, cargo que ostentaba desde 1902. La música que acompañó su letra la compuso Teófilo Vargas.

Esta canción fue adoptada al no ser sustanciado el concurso organizado para elegir un himno con motivo del centenario de la ciudad, e impuesta como Himno por la tradición cultural. La familia del poeta solicitó a través de su bisnieto, Luis del Castillo Blanco la institucionalización del himno como tal, en el 2006. En el año 2008 por ordenanza municipal se lo proclamó como el Himno Oficial de Cochabamba, el que por ley en el año 2010 tiene también su día propio: el 1 de septiembre.

Benjamín Blanco falleció en su Cochabamba natal, en el año 1902.

Agustín Aspiazu

Agustín Aspiazu, nació el 5 de mayo de 1826 en Irupana, provincia de los Yungas al noreste de la ciudad de La Paz, entre los verdes y las cascadas, el 5 de mayo de 1826.

Fue abogado, graduándose en la Universidad Mayor de San Andrés, en La Paz, en 1853, llegando a ocupar el cargo de Rector en esa alta casa de estudios, habiendo sido uno de los que propiciaron la creación del Centro de Estudios Jurídicos, que más tarde se transformó en Colegio de Abogados. Sin embargo sus conocimientos no se limitaron al campo jurídico sino que incursionó en temas de astronomía, física, medicina y geografía publicando libros sobre esos contenidos.

Entre los tratados científicos de su autoría cabe nombrar: En 1852 publicó “Curso de física” y diez años más tarde “Curso de medicina legal”. En 1868, “Teoría de los terremotos” y dos años después “Curso elemental de historia antigua”. En 1871 se conoció “El día magno de La Paz”, en 1885 apareció “Diccionario razonado del derecho civil boliviano”; mientras que “Conferencias y escritos científicos” corresponde a 1897.

En sus poemas dedicó rimas sencillas y sentidas a su patria, a la libertad y a su gente. Entre ellas podemos mencionar “Un día grande” en honor a la independencia americana. “Elegía a mi ciudad” donde exalta el paisaje cordillerano nevado, las yungas, las rocas, las aguas en coloridas metáforas, data de 1897; “Páginas escogidas” de 1956.

Integró la logia masónica “Obreros del Porvenir” fundada en 1884 junto a José Manuel Pando y Pedro Kramer.

Falleció en La Paz (Bolivia) el 18 de marzo de 1897.