César Abraham Vallejo Mendoza, el máximo representante de la poesía contemporánea peruana, nació el 16 de marzo de 1892, en Santiago de Chuco, siendo de raza mestiza, reflejada en su aspecto y en su alma. Fue el más pequeño de once hermanos, cuyo mandato familiar era el sacerdocio, que si bien no fue por él definitivamente abrazado, tiñó su poesía de religiosidad, añadida a su crítica por reivindicaciones sociales, enviando desde su obra un mensaje de deseo de paz y fraternidad universal. Vallejo creció en un hogar profundamente marcado por la mezcla de culturas indígenas y europeas que caracterizaba a la región andina del Perú. Esta herencia mestiza no solo influenció su apariencia, sino también su profunda sensibilidad hacia los problemas sociales y las injusticias que describiría en su obra literaria.
Se inscribió en la Facultad de Letras de la Universidad Nacional de Trujillo en 1910 pero razones económicas le obligaron a retornar a su pueblo donde ayudando a su padre vivenció la realidad social de los mineros de Quiruvilca. Intentó nuevamente ingresar a los claustros universitarios matriculándose en la Facultad de Medicina de San Fernando en 1911, pero tampoco pudo estudiar en esa ocasión. Durante sus estudios en la Universidad Nacional de Trujillo, Vallejo tuvo un importante contacto con la generación de jóvenes intelectuales que, con ideas de cambio, formaron parte del renombrado Grupo Norte. Este grupo, del cual Vallejo era una figura central, propició un ambiente de reflexión crítica e innovación artística en el que se nutrió su particular estilo literario. Vuelto a su Trujillo, continuó siendo espectador del maltrato aborigen, desempeñándose en la azucarera “Roma” como ayudante de cajero.
Integró la “bohemia trujillana” nacida en 1915, con ideas de cambio artístico y social, que se convirtió en Grupo Norte en 1923, el que compartió con otros intelectuales como Víctor Raúl Haya de la Torre, Antenor Orrego, Alcides Spelucín, Macedonio de la Torre, José Eulogio Garrido, Juan Espejo Asturrizaga y Francisco Xandóval. En 1915 consiguió graduarse de Bachiller en Letras.
En 1918, publicó en Lima “Los heraldos negros”, conjunto de poemas de influencia modernista, inspirados en su amor por María Rosa Sandoval. Su madre falleció en 1918; en 1920 regresó a su pueblo, y un año después estuvo preso casi cuatro meses en Trujillo acusado falsamente de incendiario y ladrón. Su detención en Trujillo, a pesar de ser injusta, le permitió confrontar la realidad de la opresión legal y social, emociones que resurgieron con fuerza en su poesía posterior. Esta experiencia sirvió para profundizar su compromiso con las causas sociales y su crítica a la estructura de poder.
Con un estilo personal e influido por el vanguardismo, surgió “Trilce, en 1922 inspirado en sus amores con Otilia Villanueva. Ese año ganó un concurso literario con “Más allá de la vida y la muerte” un relato que integraría “Escalas melografiadas”, también de estilo vanguardista que apareció un año después, editado con el dinero del premio, reuniendo relatos como el premiado, y algunas estampas. “Trilce” es considerada una obra clave en la literatura de vanguardia hispanoamericana por su innovador uso del lenguaje y su ruptura con las formas poéticas convencionales. La recepción inicial fue de desconcierto, pero con el tiempo se ha reconocido como un hito en la exploración del surrealismo y del inconsciente.
En 1923 se radicó en el continente europeo, especialmente en París, en forma definitiva, teniendo como profesión el periodismo, la docencia y realizando traducciones, definiendo una clara ideología marxista.
En 1926 se marchó a París donde concretó a fundación de la revista “Favorables París Poema”. Ese año conoció a la mujer con quien se casó en 1934 y que lo acompañaría para el resto de sus días, Georgette Marie Philippart Travers.
En 1931, publicó en Madrid “El tungsteno” novela que trata de la problemática social, ubicándose cronológicamente en el año 1910, tratando de la explotación de la población aborigen de Perú por parte de una compañía minera estadounidense. Ese mismo año se conoció un libro de reportajes y crónicas sobre el socialismo ruso, recogido en sus recientes viajes a ese lugar: “Rusia en 1931”. Participó activamente en la Guerra Civil española del lado republicano. Su implicación en la Guerra Civil española se manifestó no solo en su escritura, sino también en su participación activa en eventos a favor de la causa republicana. Vallejo colaboró con diversos intelectuales y artistas, reafirmando su convicción en la lucha por la justicia social.
Escribió también “Paco Yunque” en 1931, un cuento para niños donde contó la triste historia de un niño campesino, maltratado en una escuela de pueblo a la que asistía para acompañar al hijo del rico patrón de su mamá, un niño egoísta y malvado, pero protegido por el sistema escolar por la influencia de su poderoso padre. Este cuento fue publicado póstumamente, pues el editor que se lo encargó lo encontró demasiado triste. Este cuento, y los poemas escritos en este período que fueron reunidos en dos poemarios, fueron publicados póstumamente. Los poemas aparecieron en 1939 bajo los siguientes títulos: “Poemas humanos” y “España, aparta de mí este cáliz”.
Falleció en París el 15 de abril de 1938.