Apasionado, atractivo, creativo, aventurero, máximo exponente del drama nacional o “comedia española” Félix Lope de Vega y Carpio “El Fénix de los ingenios” nació en Madrid un 25 de noviembre del año 1562. Fueron sus padres, el bordador, Félix de Vega y Francisca Fernández Flórez, una familia acostumbrada a las estrecheces económicas.
Tempranamente demostró su genialidad, aprendiendo a los cinco años a leer castellano y latín, y comenzar a componer sus primeros versos. Las comedias nacieron de su pluma a los doce años. A su gran maestro Vicente Gómez Martínez-Espinel, poeta y músico radicado en Madrid, le dedicó le dedicó párrafos y sonetos. Junto a los jesuitas cursó estudios que luego intentó completar en la Universidad de Alcalá de Henares, entre 1577 y 1581, pero no logró concluir el Bachillerato.
Huyó de la casa paterna a la que jamás pudo volver. Estuvo al servicio del marqués de las Navas, pero ingresó a la Marina escapando de una conflictiva relación con María de Aragón (Marfisa) y estuvo en el campo de batalla, cuyo mando era desempeñado por Álvaro Bazán, en el combate naval de Terceira, el 26 de julio de 1582, contra los franceses, con resultado favorable a España.
Sufrió el destierro de la Corte, entre 1588 y 1595, al conocerse unos libelos que difamaban a Elena Osorio, su primer gran amor, que se casó con otro, lo que despertó el enojo de Lope, plasmado en versos injuriosos. Luego ese apasionado y frustrado amor, inspiraría su “Galatea”.
Las mujeres continuaron siendo un problema en su vida. Habiendo contraído matrimonio en 1588 con Isabel de Alderete y Urbina, su “Berlina”¸ dama de alta clase social, con quien vivió en Valencia, luego de volver derrotado de su campaña con la Armada Invencible, sufrió su pérdida en 1594. Luego de recibir el indulto por aquel caso de Elena, en 1596, fue acusado por tener como manceba a Antonia de Trillo.
Fue secretario del marqués de Malpica y del duque de Alba, para quien escribió la “Arcadia” novela pastoril en 1598. Ese año también escribió “La Dragontea”.
Contrajo segundas nupcias con Juana de Guardo, quien falleció en 1613, con motivo de dar a luz. Sus amores se continuaron ininterrumpidamente, por ejemplo con Micaela Luján con quien tuvo varios hijos.
En esta época también surgió una profunda enemistad con Góngora y el intercambio de duras sátiras. En 160 2 apareció “La hermosura de Angélica” imitando a Ludovico Ariosto, poeta italiano de fines del siglo XV y comienzos del XVI; y en 1604 se publicó “El peregrino de su patria”.
Desde 1605 fue secretario del duque de Sessa, alternando sus pasiones mundanas con algunas necesidades espirituales, que concretó al quedar viudo por segunda vez, ingresando al sacerdocio, profesión que se vio muchas veces amenazada por sus continuos desbordes sentimentales , entre los que cabe destacar la relación que mantuvo con Marta de Nevares (Amarilis) que luego perdió la visión y enloqueció.
En 1609, basado en el poeta italiano Torcuato Tasso escribió “Jerusalén conquistada”, y ese mismo año, “Arte nuevo de hacer comedias” donde expuso las normas para escribirlas, debiendo incorporarse lo humilde y lo plebeyo, lo trágico y lo gracioso, dejar de lado la unidad temporal, agregarar el dualismo de los planos, y hacer que se asemeje lo más posible a la vida.
En 1632, escribió “La Dorotea”, novela en forma de diálogo, y en 1634, “La Gatomaquia”, una parodia épica.
Murió cristianamente en Madrid el 27 de agosto de en 1635. Su producción literaria, que se estima pudo alcanzar unas mil quinientas obras, pero de las que se conoce solo una tercera parte, incluye todos los géneros, aunque se destacó el teatro.
Entre sus obras maestras del teatro clásico español no puede dejarse de nombrar “El caballero de Olmedo” “Fuenteovejuna”, “Peribáñez y el comendador de Ocaña” y “El mejor Alcalde, el Rey”. En poesía mitológica son dignos ejemplos: “La Circe”, “La Filomena” y “La Andrómeda”. Dejó huellas profundas en Tirso de Molina, Calderón de la Barca y Alarcón, entre otros.