El poeta y diplomático guatemalteco Luis Cardoza y Aragón nació en la ciudad de antigua Guatemala, el 21 de junio de 1901. Fue su padre Gregorio Cardoza de profesión abogado, perseguido políticamente por la dictadura de Manuel Cabrera.
En 1920 viajó a París para cursar medicina y se contactó con influyentes personalidades del mudo literario, como Louis Aragon, y André Breton, fundadores del surrealismo. Allí tradujo al español el drama “Rabinal Achi”, que muestra las vivencias de los aborígenes nayas antes de la llegada de los conquistadores españoles.
En 1923 publicó en París “Luna Park” de estilo surrealista, basado en la temática del Berlín que intentaba resurgir después de la guerra. Fue Cónsul de su país en Nueva York y Cuba. En este último país conoció al poeta García Lorca. En 1929 publicó “Maelstrom” y en 1930 “Las Torres de Babel”.
Perdió su cargo diplomático y debió sufrir el exilio en México al asumir en 1930 el dictador Jorge Ubico. En México integró la “Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios”. Publicó en 1934 “Catálogos de Pintura” y en 1937 “El Sonámbulo”.
La revolución de 1944 que devolvió la democracia a Guatemala, le permitió conformar la Asamblea Constituyente, fundar y ser Director de la cultural y liberal “Revista de Guatemala”, crear la “Casa de la Cultura de Guatemala” y el “Movimiento Guatemalteco por la Paz”. Durante la presidencia de Arévalo se desempeñó como embajador en Suecia, Noruega, la Unión Soviética, Colombia, Chile y Francia. Publicó en 1948 “Retorno al futuro”, en 1949 “Pequeña Sinfonía del Nuevo Mundo” y en 1953 “Pintura Mexicana Contemporánea”.
Al derrocarse el régimen democrático, terminar la época de oro” y reinstaurarse la dictadura, con la contra revolución de 1954, sufrió otra vez el exilio en México adonde se trasladó con su esposa Lya Kostakowsky. En ese país fue colaborador del diario “El Nacional”. En 1955 publicó el ensayo histórico y crítico de su patria “Guatemala, las líneas de su mano” de estilo influido por el ultraísmo, y en 1959 “Orozco”. En 1974 y 1986 publicó dos antologías poéticas “Quinta estación” y “El río: novelas de caballería”, respectivamente.
Fue condecorado durante su ausencia en Guatemala, pero el régimen militar le impidió volver. Fue nombrado “emeritisimun” por la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos de Guatemala; recibió la orden “Diego de Porres” en su ciudad natal, y la Asociación de Periodistas lo galardonó con el “Quetzal de jade” en 1978.
Fue condecorado en México, en 1979 con la “Orden del Águila Azteca, falleciendo en México el 4 de septiembre de 1992.