El comprometido poeta Otto René Castillo nació el 25 de abril de 1936, en Quezaltenango (Guatemala) dedicando su obra en pos de la reivindicación de los derechos de los aborígenes explotados y de la causa revolucionaria, en un difícil contexto histórico dominado por las dictaduras militares.
En 1954 presidió la Asociación de Estudiantes de Postprimaria e integró el Partido Guatemalteco del Trabajo, en la última fase de la democracia guatemalteca. Sufrió el exilio en El Salvador, en el año 1954 a raíz del golpe de Estado que derrocó a Jacobo Arbenz y dejó infructífera la revolución. En 1955 recibió el “Premio Centroamericano de la Poesía de la Universidad”. En 1957, el “Premio Internacional de Poesía” de la Federación Mundial de la Juventud Democrática.
Obtuvo en 1956 el “Premio Autonomía de la Universidad” en Guatemala donde pudo regresar al año siguiente. En 1958 y comenzó sus estudios de Derecho en la Universidad de San Carlos, participó de la revista “Lanzas y letras” y obtuvo el Premio “Filadelfia Salazar”. Con una beca para estudiar Letras partió en 1959 hacia la República DemocráticaAalemana. Se unió a la brigada Joris Ivens, formada por un grupo de cineastas dedicados a filmar rebeliones populares.
Regresó a su país en 1964 pero pudo residir allí solo un año, publicando “Tecún Umán”, pues fue de nuevo exiliado por las autoridades militares. En ese lapso le fue encomendado por los revolucionarios de Guatemala la representación en el Comité Organizador del Festival Mundial de la Juventud a realizarse en Argel (Argelia).
Su obra “Vámonos patria a caminar” de 1965, es un reflejo fiel de su idealismo patriótico.
Al regresar dos años más tarde en forma clandestina, formó parte de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Rebeldes (FAR) hasta el 17 de marzo de 1967 en que fue capturado, torturado y el 23 de marzo, quemado, junto a su compañera en el amor y en la causa revolucionaria, Nora Paiz, y 13 campesinos.